Título: Siete cuerdas
Autor: Francisco Panera
Editorial: Nova casa
Isbn: 9788417142896
Nº de páginas: 560 págs
Encuadernación: tapa blanda
Lengua: castellano
Temática: novela histórica
Formato: papel
Estalla la revolución, y
anhelos de justicia y libertad brotan en la mente de los hombres. El rey
de Francia acaba de ser ajusticiado cuando dos viejos conocidos se
reencuentran tras una traición, dos hombres que comparten dos sinceras
pasiones: música y revolución. ¿A cuál de esas dos damas rendir amor
incondicional?
Siete cuerdas es un viaje por la música y por el convulso final del siglo XVIII: desde una aldea en los Pirineos y las orquestas de París y Viena al último estreno del compositor W. A. Mozart, acompañando a una orquesta errante por la Francia revolucionaria que oculta en su seno a huidos de la justicia. Hasta que, siguiendo el rastro de la guerra, llegue la estela de un crimen y traición a un Bilbao ocupado por tropas francesas.
Pero el espíritu de Siete cuerdas se rinde a la singularidad que mantuvo la música hasta que fue posible ¿capturarla? en grabaciones.
Los músicos saben que tras el concierto el público intentará retener la música en su memoria, pero será una lucha condenada al fracaso. Resignados ante un arte tan cruel que solo existe mientras se interpreta.
¿A dónde ha viajado esa música entonces? Solo los músicos, capaces de retenerla en el recuerdo, conocen la respuesta. En tal caso? ¿quién no querría ser como ellos?
Siete cuerdas es un viaje por la música y por el convulso final del siglo XVIII: desde una aldea en los Pirineos y las orquestas de París y Viena al último estreno del compositor W. A. Mozart, acompañando a una orquesta errante por la Francia revolucionaria que oculta en su seno a huidos de la justicia. Hasta que, siguiendo el rastro de la guerra, llegue la estela de un crimen y traición a un Bilbao ocupado por tropas francesas.
Pero el espíritu de Siete cuerdas se rinde a la singularidad que mantuvo la música hasta que fue posible ¿capturarla? en grabaciones.
Los músicos saben que tras el concierto el público intentará retener la música en su memoria, pero será una lucha condenada al fracaso. Resignados ante un arte tan cruel que solo existe mientras se interpreta.
¿A dónde ha viajado esa música entonces? Solo los músicos, capaces de retenerla en el recuerdo, conocen la respuesta. En tal caso? ¿quién no querría ser como ellos?
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