domingo, 12 de septiembre de 2021

El cubano triste de Fernando Poo


Título: El cubano triste de Fernando Poo
Autor: Antonio M. Carrasco González
Editorial: Sial/Casa África
Isbn: 9788417825652
Nº de páginas: 288 págs
Encuadernación: tapa blanda
Lengua: castellano
Temática: novela contemporánea
Formato: papel

Sinopsis

La colonización española de Guinea Ecuatorial fue una empresa humilde y de pocas perspectivas. Tal vez por el origen mismo de la adquisición de los territorios, cedidos por Portugal como parte de un pacto más amplio que acabara con las disputas fronterizas en el Río de la Plata, en zonas de lo que hoy son Brasil, Paraguay o Argentina. Pronto se vio que Guinea no suponía ninguna ventaja para España. No tenía interés económico, estratégico o logístico. Y tenía un clima insano que acababa con todos los españoles que eran enviados. Pero ni se abandonó, ni fue arrebatada por otras potencia. Con el tiempo, tras los cambios en la política internacional y en la diplomacia que sucedieron a la Conferencia de Berlín, se inició una colonización de escasas miras y poco lustre.
Esta novela es un intento de reconstrucción de la vida colonial de la que se tienen muy pocas fuentes. Casi no encontramos escritos de recuerdos de colonos, relatos de viaje de esa época o auténticos documentos administrativos. Las memorias que los gobernadores estaban obligados a hacer son muy escuetas y muy poco comprometidas. No hay datos sobre la vida cotidiana, y los que hay apenas se limitan a justificar su falta de iniciativas y mejoras. Es una novela con personajes que pudieron estar allí. No son grandes héroes porque tienen sus miserias, sus cobardías, sus miedos. Pero también su cuota de solidaridad y de confianza. Posiblemente como los que habitaban allí en 1868.

Desde la mitad del siglo XIX hubo intentos de establecerse permanentemente en la isla de Bioko, la que los portugueses llamaron Fernando Poo. Se iniciaron trabajos de colonización agrícola para convertirla en una auténtica colonia de plantación. Fueron muy modestos y de pobres resultados. Los ingleses habían establecido una pequeña ciudad con cierta prosperidad, llamada Clarence, que servía de puerto de abastecimiento a las grandes líneas marítimas británicas. Luego fue Santa Isabel y hoy Malabo. Y allí fueron a habitar un puñado de funcionarios sin ningún interés por África, algunos aventureros que entendían la oportunidad para mejorar de fortuna y unos pocos entusiastas de las posibilidades económicas de la región. Y los misioneros que tenían una doble lucha: contra la religión tradicional y contra la enseñanzas protestantes. Ninguno con un verdadero impulso intelectual o mercantil suficiente para provocar un cambio en las posesiones. España no tenía funcionarios o militares especialistas en África. Solo algunos militares osados que acudían para ascender rápidamente en el escalafón y procuraban evitar riesgos para su vida y su salud.
En la novela se ve que eran muy pocos europeos residentes en tres puntos costeros. El interior era dominio bubi. Ni los europeos entendían a los bubis, ni éstos a aquéllos. Pero no se molestaban porque todavía no había acción expansiva.
Entre las posibles utilidades que los políticos de Madrid buscaron para la isla de Fernando Poo, estuvo la de colonia penitenciaria. No prosperó porque no había tanta población presidiaria ni en la península sobraban personas. Pero se usó un par de veces , como lugar de deportación de independentistas cubanos. La última, en 1868 tras el grito de Yara y coincidiendo con la revolución española. 
Las situaciones que aparecen  en El cubano triste de Fernando Poo son ficticias si bien se basan en las fuentes históricas. Los personajes son imaginarios, aunque se lean algunos nombres de personas que en ese momento estuvieron allí como el caso del cubano Balmaseda, autor de un libro sobre la experiencia fernandina que se publicó en Nueva york, y del que el autor ha tomado datos. 
El cubano Triste de Fernando Poo está muy bien documentada, y entre sus líneas podemos ver el interés que tenían los funcionarios que eran destinados a ese enclave, así como la dificultad que tenían los colonos para establecerse a causa de las enfermedades.
El cubano triste de Fernando Poo se sitúa en torno a los años de la Gloriosa, se sitúa a caballo de la isla africana y de la de Cuba. Por aquel entonces en las Antillas surgía un movimiento separatista que encontraba su mejor eco en los hacendados que mantenían relaciones económicas con Estados Unidos y que consideraban que el nexo con la metrópoli menoscababa su libertad de comercio, mientras que Fernando Poo sesteaba en el más absoluto abandono. El gobierno de Madrid, con el fin de neutralizar a algunos personajes dispuso la deportación de un cierto números de ellos a Fernando Poo, Chafarinas y Filipinas. Este es el punto de portada de la trama de Carrasco en la que el protagonista, un comerciante de tabacos llamado Arnaldo Gutiérrez, es utilizado como correo separatista e identificado por las autoridades, unido a un grupo de deportados con destino a la isla africana en la que intentará iniciar una nueva vida con Rosaura, una prostituta de la que se había enamorado perdidamente. La fortuna no le será propicia porque los deportados le marginan y Rosaura le traiciona. Todo se engarza en la tranquila colonia donde impera la desidia, el cohecho, la prevaricación, el contrabando, la insalubridad.  Carrasco juega con estos elementos a través de sus personajes de trazos rotundos, tales como el gobernador Leza, el secretario Calle, el sargento Cañada, el liberto Ansúrez, el contrabandista Trello, el misionero metodista John Hall, los misioneros católicos jesuitas, el autoproclamado presidente  cubano en el exilio Vallecillo o el cónsul inglés Holt.
El cubano triste de Fernando Poo es una buena novela de aventuras que además y gracias a la excelente información del autor, está muy bien contextualizada en el momento histórico y en los ambientes en los que tiene lugar.

Autor: 

Antonio Manuel Carrasco González nació en Llerena. Es doctor en derecho y funcionario de carrera. Autor de publicaciones relacionadas con África española. Artículos y libros como Derecho colonial en África, Historia de la novela colonial hispanoafricana. Esta es su tercera novela después de Orden en Río Muni y Todos deberíamos morir jóvenes.

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