domingo, 20 de octubre de 2024

El niño que perdió la guerra




Título: El niño que perdió la guerra
Autora: Julia Navarro
Editorial: Plaza&Janés
Isbn: 9788401027970
Nº de páginas: 638 págs
Encuadernación: tapa dura
Lenguaje: castellano
Temática: novela de ficción histórica
Formato: papel

El niño que perdió la guerra es una novela que conmueve por su realismo y por la fuerza de sus personajes. A través de la historia de Pablo, Julia Navarro nos muestra las consecuencias devastadoras de la guerra y la importancia de la familia y la identidad. Es una novela histórica que nos sumerge en un período convulso de la historia, explorando las consecuencias de los conflictos bélicos a través de los ojos de un niño. La obra destaca por su ambiciosa trama, sus personajes complejos y su profunda reflexión sobre la identidad, la libertad y el poder arrollador de las ideologías.

Sinopsis

Un niño. Dos países. Dos ideologías.
Madrid. Invierno de 1938. Pablo es enviado a la Unión Soviética en los últimos meses de la Guerra Civil por decisión de su padre, militante comunista que trabaja para los rusos. Clotilde, artista gráfica que dibuja caricaturas para los diarios republicanos, no logra impedir que su hijo de cinco años emprenda ese arriesgado viaje al país que Stalin está levantando sobre las ruinas del antiguo régimen.
Moscú. Primavera de 1939. Allí es recibido por su nueva familia que, conmovida por su trágico exilio, acoge al niño con gran afecto. Anya no duda en cuidar de él como si fuese su propio hijo, mientras sus ilusiones naufragan en el ambiente cada vez más opresivo del terror estalinista, la ausencia de libertad, la prisión y el Gulag.
Pablo crece entre el recuerdo cada vez más tenue de su madre, que no ceja en su empeño por recuperarlo, y el cariño de Anya, quien le transmite su amor por la música, la literatura y sus deseos de libertad. Dos mujeres unidas por el destino de un niño y enfrentadas al mismo espejo: el de las ideologías totalitarias a las que sucumbió el siglo XX.
Una emocionante y ambiciosa novela sobre la identidad y el poder arrollador de la cultura que nos muestra que, incluso en los rincones más oscuros de la Historia, la vida se abre paso.

El niño que perdió la guerra se inscribe en un contexto histórico y literario sumamente rico y complejo. La novela se nutre de un periodo convulso de la historia, la Guerra Civil y la posterior Guerra Fría, para tejer una trama que entrelaza elementos personales y políticos.
El niño que perdió la guerra explora la pérdida de identidad de Pablo, un niño español enviado a la Unión Soviética durante la Guerra Civil, y su lucha por encontrar su lugar en un mundo hostil y desconocido. La novela presenta la guerra como un trauma colectivo que marca a generaciones enteras. Muestra las cicatrices emocionales y psicológicas que dejan los conflictos bélicos, sí como las pérdidas irreparables que conlleva. Julia Navarro retrata de forma cruda y realista las atrocidades cometidas por los regímenes totalitarios, tanto el franquismo como el estalinismo, y las consecuencias devastadoras que tienen sobre la vida de las personas. A pesar de las adversidades, la novela nos muestra cómo la esperanza puede ser un motor de supervivencia y un impulso para seguir adelante. La literatura y el arte se presentan como herramientas de resistencia y como un modo de preservar la identidad y la memoria.
El niño que perdió la guerra se desarrolla a través de múltiples líneas temporales y perspectivas, lo que enriquece la narración. La trama se desarrolla a través de flashbacks y saltos temporales, lo que enriquece la narrativa y nos permite conocer diferentes etapas de la vida de Pablo y Clotilde. Julia Navarro utiliza un lenguaje preciso y poético para describir los paisajes, los personajes y las emociones, creando una atmósfera intensa y envolvente. La novela se basa en hechos históricos reales  como la Gran Purga de Stalin y la Segunda Guerra Mundial, pero también incluye elementos ficticios que permiten a la autora explorar las interioridades de sus personajes y las consecuencias psicológicas de la guerra. 
Los personajes son complejos y multidimensionales, con motivaciones y conflictos internos que los hacen creíbles y cercanos. Son personajes que van evolucionando a medida que avanza la historia, enfrentándose a desafíos que los transforman. Muchos de los personajes representan arquetipos de una época marcada por la guerra y la ideología.
Pablo: El protagonista, un niño español que vive la Guerra Civil y es enviad a la Unión Soviética. Su inocencia y su búsqueda de identidad son los ejes centrales de la novela. A lo largo de la historia, Pablo se enfrenta a múltiples desafíos que lo transforman en un joven marcado por la experiencia.
Clotilde: La madre de Pablo, una mujer fuerte y decidida que lucha por proteger a su hijo a pesar de las adversidades. Su amor maternal es un motor que la impulsa a tomar decisiones difíciles y a enfrentar grandes riesgos.
Pyotr: un joven ruso que se convierte en una figura paterna para Pablo. 
Anya: Mujer rusa que cuida a Pablo y es fundamental en la formación del protagonista, ya que le transmite sus conocimientos y lo introduce en la cultura rusa.
En conclusión, El niño que perdió la guerra es una novela que nos invita a reflexionar sobre los traumas del pasado y la importancia de la memoria histórica. 

Autora:

Julia Navarro ha cautivado a millones de lectores con las ocho novelas que ha publicado hasta la fecha: La Hermandad de la Sábana Santa; La Biblia de barro; La sangre de los inocentes; Dime quién soy; Dispara, yo ya estoy muerto; Historia de un canalla; Tú no matarás y De ninguna parte. Con Una historia compartida, su obra más personal, hizo un paréntesis en la ficción.
Sus libros se han traducido en más de treinta países y de Dime quién soy se produjo una ambiciosa serie de televisión.

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