Título: El calígrafo de Lodz
Autor: Manuel Fresno
Editorial: Adarve
Isbn: 9788419748102
Nº de páginas: 452 págs
Encuadernación: tapa blanda
Lengua: castellano
Temática: novela histórica
Formato: papel
El calígrafo de Lodz es un libro lleno de emoción, de ganas de vivir, de afecto. En él Manuel Fresno, se vuelca en una historia basada en la realidad. Un libro que te encoge el corazón. Si es duro leer sobre el dolor que puede llegar a tener una persona y el sinsentido de infringirlo, imagínate vivirlo, sentir el maltrato sistemático y enfrentarse a constantes dilemas éticos para sobrevivir un día más.
Sinopsis
Jerusalén. Año 70 d.C. Judea Capta. Las legiones de Tito destruyen el Templo de Salomón y dejan la ciudad reducida a cenizas. La diáspora ha comenzado...Dos mil años después, el noviazgo de dos estudiantes judíos en la Universidad de Standford sirve para conocer la historia de sus abuelos: Oskar y Karl, y cómo ambos tratan de rehacer sus vidas de los horrores del cautiverio nazi y el asesinato de sus seres queridos. Pero el que ignora su pasado está condenado a repetirlo, y con la ayuda de Esther, testigo de lo que sucedió, Oskar lucha por mantener vivo el recuerdo de sus padres y de su hermano Samuel. A través de su mirada, el relato nos sumerge en la Noche de los Cristales Rotos, en el Múnich de 1938; la invasión de Polonia; la vida de los guetos de Lodz y Varsovia; el controvertido papel de la policía Judía y los Judenräte; el campo de concentración de Dachao, en Baviera; la llegada de refugiados a México...; así como los esfuerzos de un puñado de colonos para la creación del Estado de Israel. En definitiva, la batalla por la vida a la luz de los ojos de un niño que observa, sin entender, cómo el mundo se desmorona a su alrededor.
Manuel Fresno en su novela El calígrafo de Lodz, refleja el trauma de la experiencia, los momentos que se fijan inevitablemente en la memoria y que los acompañan a lo largo del tiempo, todas y cada una de las atrocidades que presencian los marcan porque son testigos de una maldad inabarcable. Ellos mismos, Esther y Oskar, tienen que buscarse las herramientas para sanar y seguir adelante, pero hacerlo de la mejor manera posible y no solamente sobreviviendo. Sus culpas, remordimientos, sus dudas, todo da vueltas y la felicidad no llega una vez acaba la guerra, si no que el camino que se abre ante ellos es largo y complicado aún.
En El calígrafo de Lodz también constatamos que hay esperanza, que todo es posible, que las personas son más fuertes y resistentes de lo que parece, que pueden sobrevivir y que la esperanza es un cabo al que agarrarse cuando todo se derrumba a tu alrededor, ellos sobrevivieron, pero no podemos olvidar a quienes perdieron su vida asesinados simplemente por su raza, sus ideas o su discapacidad física.
El autor se enfrenta a la dureza del tema con un extremo cuidado, impulsado por la emoción, la delicadeza y la cercanía.
Aunque el tema de la novela sea desgarrador. También es una historia de amor, coraje y esperanza. Una historia de supervivencia y humanidad en medio de un lugar donde parecía totalmente perdida. Si bien los monstruos y sus atrocidades quedan retratados como tal, también vemos retratados personajes con algo de bondad que ayudaron dentro de esa terrible situación.
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