Carlos Ruiz Zafón nos tiene
acostumbrados a deleitarnos con historias cargadas de enigmas y fantasía.
Marina no es la excepción. Su prosa romántica, enigmática y cubierta de tintes
góticos es capaz de traspasarte la piel y transportarte a esa época cargada de
magia y misterio en donde habitan sus personajes, hace más que describirte el
entorno que conforma la ciudad que recrea o la habitación que habita, él logra
tomarte de la mano y retroceder el tiempo, para depositarte allí, en esa
Barcelona a la que tanto alaba.
Tanto Oscar como Marina han sido
dos protagonistas que me han gustado mucho. Todo el misterio que envuelve al
personaje de Marina ha estado llevado muy bien en todo momento, la verdad que
Marina es un personaje con el que es muy fácil de encariñarse al igual que
Óscar. Ambos tienen una relación muy bonita y que poco a poco se va
intensificando hasta crear una relación muy especial entre ambos. También hay
que mencionar al padre de Marina, me ha parecido un personaje entrañable que
afronta todo lo que viene de la vida con una fuerza admirable. Los personaje
que nos evocan al pasado de la ciudad también están muy construidos, y me
gustan mucho toda la historia que envuelve a la misteriosa mujer de negro.
La ambientación de la historia
también es increíble, como consigue a través de la descripción de la Barcelona
de finales del siglo XX crear todo ese ala de misterio. Nos presenta la cara de
una Barcelona oscura.
La trama está muy bien elaborada,
tiene el misterio desde la primera página, pues empieza por el final, donde
vemos a Oscar que ha reaparecido después de una semana entera desaparecido y
sin saber dónde ha estado. Además nos encontramos con una sub historia dentro
de la historia, pues descubrimos juntos a Oscar y Marina la vida de Mijail, de cómo
llegó al país, se hizo rico, encontró el amor y empobreció.
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